Llegó el viernes noche y dieron comienzo Los Pirulitos. Las mesas se llenaron de lo mejor de cada casa para así disfrutar de la tradicional cena familiar. Durante la cena pudimos disfruta de la orquesta y de la emisión de un antiguo video de nuestras fiestas en 1982. A continuación le tocó el turno al cuerpo de baile de Paola Herrera que bailaron al son del grupo de sevillanas "Aires de Huelva".
También se hizo una reconocimiento especial a personas que intervienen en la vida de nuestro barrio y de nustras fiestas, haciéndoles entrega de un bonito azulejo. Este año tal reconocimento recayó sobre las "4 pastorcitas", Paola, Manola y Kiko.
La fiesta continuó hasta casi el amanecer con la Orquesta Iberotropical que consiguió ponernos a todos algo más "locos y rabiosos" de la cuenta.
El sábado por la mañana estuvo amenizado por el mago Karlos que consiguió dejar a más de un niño, y no tan niño, con la boca abierta. Fue una actuación muy cercana y personal que no dejó a nadie indiferente. Y el toque refrescante lo dio la fiesta de la espuma donde "pringamos" más de uno.
Tras un corto descanso que fue de 17 a 21h, donde más de uno acabó refrescándose en "el charco de los galapagos" que todos conocemos... llegó la hora de la procesión de San Juan por las calles del barrio.
ya, sobre las 23h nos concentramos en nuestro llano para cenar entre amigos y esperar a la diana. Y entretanto: orquesta, bailes, charlas, copas, castillo flotante y entrega de los premios de dominó y placa al emigrante del año (que fue para Felipe).
El domingo llega sin darnos cuenta y todo el mundo baila por las calles de barrio en nuestra esperada diana, donde hubieron aguardiente, dulces, chocolate e incluso un baile de una pareja de recién casados.
Y cuando el reloj marcó las 12h, comienza la carrera de burros, que un año más gana Bernardo aunque seguido muy de cerca por Lolo, que quiere arrebatarle el título. Dejando aparte algún que otro pequeño accidente (como el de Dani) muchos fuimos los que disfrutamos con esta singular carrera que se consolida como un atractivo para el pueblo. Ya sólo quedaba comernos una rica paella (preparada por Alfonso, Diego y Jeromo y algún que otro pinche) y el café con dulces, para así despedirnos de nuestras fiestas hasta el próximo año con algo de pena y anhelo pero con alegría y buen sabor de boca por haber vivido de nuevo "momentos inolvidables".
YA HAY ALGUNAS FOTOS. Más fotos, en su álbum, en los próximos días...
